Por Carles Geli
El periodista chileno Juan Pablo Meneses se viste de agente para desvelar en un libro la despiadada trastienda de la búsqueda y compraventa de futuras estrellas.
Hace dos años se le ocurrió repetir experiencia con la de un niño que apuntara a futbolista. Unos 74.000 kilómetros, 134 partidos, 89 horas de grabación, 16 ciudades, nueve países y 15 libretas después aparece "Niños futbolistas (Blackie Books)", para constatar que “la compraventa de un crack en ciernes del balompié es más hermética y oscura que la de una vaca”. De su lectura surge la gran táctica para convertirse en cazador de un futuro Messi.
Marcaje por zonas
Cuesta un horror hallar en
América Latina un joven prometedor que esté libre, sin agente. Por eso,
se paga mensualmente a periodistas para que, desde sus países,
faciliten listas de los mejores jugadores menores de 20 años que vayan
viendo.
Meneses detecta que se abonan hasta 500 dólares por un teléfono
directo de los niños. “Los de las escuelas de fútbol, desde que están en
campeonatos, ya tienen algo firmado”, constata el autor en Barcelona. Por ello, cada vez el marcaje es más estrecho: a los 16 años, “quien no
ha triunfado ya está más bien cerca de la vejez”, escribe.
Ahora, se les
pilla a los 10 años, como el mexicano Giovanni Riera, ofrecido al Barça
a esa edad; o Nelson, chileno sacado de un semáforo, y con 14 años y
debiendo vivir solo, vendido al Brescia por 300.000 dólares. Por 200,
uno puede quedarse hoy con los derechos de menores de 12 años; serán 700
o 1.000 dólares si el chaval está ya federado. Los precios se
multiplican por cinco si tiene entre 13 y 14.
En Europa, uno de 12 años
que destaque no se vende por menos de 5.000 dólares. La compra será regateada bajo el formato de una invitación o como intercambio de clubs.
Mediocampistas creativos y goleadores
“Carácter.
Inculcarle eso, ¿viste? La fe. La actitud”, recomienda Guillermo
Coppola, exrepresentante de Maradona, a Meneses cuando le pregunta sobre
cómo tratar a la futura pieza que cace.
Mediocampistas creativos y
goleadores son los más buscados. “Que sea rápido; pero el problema es la
mente… Preferible que venga de un barrio bravo porque ayuda a formarle
el carácter”, dice brusco Dante Mandriotti, el pescador de la
Academia Deportiva Cantolao, en Perú. “Parte de esta maquinaria juega
con eso del fútbol como una salida a la pobreza. Lo que no se dice jamás
es que la mayoría queda en el camino”, reflexiona el autor.
Como si se
hablara de reses con denominación de origen, los mejores, por su
carácter competitivo ya de pequeños, son los argentinos; seguidos de los
uruguayos, por su facilidad de adaptación y porque muchos tienen
pasaporte europeo por ascendente familiar; los más caros, los
brasileños, clasifica el abogado y agente de jugadores argentino Luis
Smurra.
“¿Con qué debo tener cuidado para que no fracase mi niño
futbolista?”, pregunta Meneses al presidente del equipo chileno Santiago
Wanderers. “A tres cosas: la droga, la polola o la novia y los
estudios”.
"El Barça es una máquina casi perfecta"
“Tengo algunos amigos que están introduciéndose en el fútbol. Ahora,
con las sociedades anónimas, hay varios que se han metido a comprar
clubes… para vender jugadores”, le confiesa un joven empresario chileno a
Juan Pablo Meneses.
Hay un gran negocio y el afán lo devora todo: por
800 dólares el semestre y sin límite de consultas, la web jugarenprimera.com
permite consultar y exponer niños promesas: hay unos 5.000 y el FC
Barcelona ya ha contactado con ellos; con el proyecto Chance, apoyado
por Guardiola, cazatalentos de Nike buscaban el año pasado 100 promesas
en 50 países; el reality televisivo español Football cracks
ofrecía en 2010 como premio una estadia en el Castilla, filial del
Madrid, al vencedor de su concurso para jugadores de 16 años…
“Vivimos
una época de post fútbol. Más que los goles y campeonatos, importan los
fichajes, las cifras —reflexiona Meneses— El post fútbol es un deporte
de consumo, donde Neymar vale 50 millones de euros y llega con sus
propios anunciantes. La gran figura de ese post fútbol es Leo Messi, que
pasó de costar 10.000 euros a más de 130 millones en menos de 10 años”.
El experimento que busca Meneses en el libro —reservarse los derechos
de un niño promesa para cuando algún club se interese por él— es lo
mismo que propuso el Barcelona a Boca Júniors en marzo del año pasado en
su acuerdo para la formación de jugadores en La Candela.
Los azulgrana
tienen los derechos sobre unos 300 jugadores, aunque militen en otro
club. "El Barça se ha transformado en la gran obsesión de los niños
futbolistas de América Latina. Y, a su vez, en una máquina casi perfecta
para reclutarlos. Es insólito: cuando los grandes clubs de España abren
sus escuelas allá tienen gran cobertura mediática y casi es motivo de
orgullo ciudadano.
Hace unas semanas, Emilio Butragueño estuvo
inaugurando algunas escuelas del Real Madrid en Chile, Bolivia y
Guatemala, algo que el FC Barcelona empezó antes. La cacería por el
nuevo Messi no se detiene nunca”, reflexiona en voz alta Meneses.
Al límite del reglamento
La FIFA puso en marcha
en 2010, el Transfer Matching System, que registra electrónicamente los
datos de los jugadores para evitar el fraude en los traspasos siguiendo
el historial de cada joven jugador.
Parece servir de poco: el 57% de los
niños llegados a Italia en 2012 para jugar a fútbol tenían menos de 12
años.
Brasil intenta aplicar leyes de protección específicas, como en
Italia. “Lo de la protección y control de menores son simples
declaraciones para los medios”, tranquiliza el anónimo contacto español
de Meneses para introducir a su futura joya en la península.
“La FIFA no
ha querido tomarse eso en serio porque muestra la peor cara del fútbol.
Prohibió que los niños viajaran solos; entonces los clubs europeos
contrataban a sus padres. Luego prohibieron eso y los clubs se
instalaron en América Latina… A la FIFA parece convenirle que salgan
nuevas estrellas que renueven la oferta de consumo”, chuta Meneses.
Juego duro, sin concesiones
"Lo ideal es
conocerlo poco y hacer el negocio lo antes posible. Trata de no verlo
fuera de la cancha; para ganar dinero, lo mejor es no encariñarse con
los chicos”, coinciden el abogado que hace de enlace en España y un
agente FIFA que se sirve mariscos en Santiago de Chile.
El primero también
avisa de que la familia se le tirará encima: están en los entrenamientos
y aprietan como demonios al niño (uno está una semana sin hablar a su
hijo por fallar un penalti). Todos se juegan mucho.
La competencia es
fuerte entre los mismos agentes FIFA: hay 5.000 de autorizados.
Los
contactos son vitales: Coppola dice que, en cinco minutos y por
teléfono, consigue para el chaval de Meneses una prueba en Boca o River.
Los representantes presionan para llevarlos a los clubs más grandes
porque pagan más, pueden ofrecer trabajo un porcentaje del contrato al
contado.
Hay que rentabilizar la cosa porque la inversión será notable:
llevar al chico a probar en un club europeo costará sólo el primer mes
10.000 dólares: hay que hacer un vídeo, una página web y cerrar un
contrato con algún familiar…
“En la sociedad de consumo, el empresario
te dirá: ‘no te encariñes con tu fuente de ingresos”, acaba Meneses. El “sueño del pibe” de Meneses es un niño chileno de 11 años. Juega de siete,
su ídolo es Alexis Sánchez y proviene de una familia desestructurada…
Cuando lo tiene apalabrado con el abuelo, termina su historia.
Fuente:
http://deportes.elpais.com/deportes/2013/07/06/actualidad/1373134047_787093.html
http://pablonayib.wordpress.com/unidad-1/
http://marcador.ec/notas/2011/01/18/emilio-butragueno-inauguro-escuela-de-futbol-del-real-madrid-en-quito
http://sportson.com.gt/futbol-nacional/2013/05/24/6691
http://www.s21.com.gt/deportes/2013/05/24/emilio-butragueno-inaugura-escuela-guatemala
http://www.vandal.net/foro/mensaje/823558/post-oficial-liga-vandal-fichajes-fifa-13-jornadas-20-y-21/3
http://myjuventus.net/vidal-the-scudetto-man-here-are-his-secrets/
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