Autor: Raúl Birrer Donoso
El día 11 de septiembre de 1973 los estudiantes y profesores de la Universidad Técnica del Estado llegaron más temprano que de costumbre ya que se preparaban para recibir al Presidente Salvador Allende quien en dicho lugar daría a conocer el plebiscito que decidiría el futuro del del gobierno de la Unidad Popular que entonces atravesaba por una importante crisis.
La mayoría de los alumnos de la UTE nunca supieron que a sólo a cuadras de ahí el gobierno democrático estaba a punto de ser derrocado, sólo advertirían lo terrible de la situación al ver las columnas de humo elevarse desde el Palacio de Gobierno.
Salvador Allende y Enrique Kirberg en la UTE
Ya habían llegado al lugar Don Enrique Kirberg, rector de la Universidad y promotor de la Reforma Universitaria, así como también Ociel Nuñez, presidente de la Federación de Estudiantes de la UTE; ambos dialogaban sobre la mejor de manera de proteger a la comunidad universitaria que estaba siendo cercada por carabineros y militares. Los uniformados controlaban los accesos de la Estación Central, en las avenidas Matucana y Ecuador y en la calle Santo Domingo. Estaban dentro de una trampa mortal.
A solo metros el cantautor y director teatral Víctor Jara animaba a los asustados jóvenes que se congregaban en el edificio de la Escuela de Artes y Oficios, donde se protegían ya que sin duda era el edificio más seguro, Víctor deleitó a los estudiantes con un pequeño recital, que finalizó con el popular tema “La bala”, que se convertiría en la última canción interpretada antes de su detención y antes de las 42 balas que terminaron con la vida del mayor cantautor chileno. La letra se volvería tristemente profética.
La Bala
La bala se dispara, ay se dispara
en Cuba, Vietnam y Chile, ay se dispara
la bala se dispara, ay se dispara
se disparó.
En las manos del obrero
nació la bala, nació la bala
y en las manos de los ricos
se hizo mala, se hizo mala.
Muchos pobres han caído
en la represión, en la represión
volviendo la bala al nido
de su nación, de su nación.
Despuntaba las 6 de la mañana cuando los sitiadores iniciaron el asalto. Al fuego nutrido de fusilería siguió una descarga de artillería. El primer proyectil remeció el edificio. “La tierra pareció abrirse a nuestros pies –dice el cronista– y la mole de hormigón armado se partió en dos, dejando ver la naciente claridad del 12 de septiembre”.
Una de esas ráfagas le dio de lleno y se llevó para siempre a Hugo Araya, joven periodista y camarógrafo que retraba el terror de esos momentos.
Casa Central de la Universidad Técnica del Estado la cual fue atacada la mañana del 11 de septiembre. Hoy pertenece a la USACH.
Pronto bajo un manto de sangre la Universidad Técnica del Estado sería desmantelada y renombrada, los escombros de la universidad serían llamados Universidad de Santiago por la dictadura quien borraría de un plumazo la valiente historia de los alumnos y profesores que dieron su vida.
Por la que fue la Universidad más grande que jamás ha existido en Chile, ya que en su mejor momento (1970-1973) llegó a tener más de 33,000 estudiantes en sus sedes de Arica, Calama, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, Ovalle, La Serena, Santiago, San Antonio, San Fernando, Rancagua, Talca, Linares, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Lota, Angol, Puerto Montt, Castro, Puerto Aysén, Coyhaique y Punta Arenas.
Que sea este un pequeño homenaje a tan noble Universidad.
Fuente:
http://universite.cl/el-ocaso-de-la-universidad-mas-grande-ha-existido-en-chile/
http://lautevive.blogspot.com/2010_09_11_archive.html
http://www.flickr.com/photos/28047774@N04/7097513735/
http://lapaginadefreakinout.tumblr.com/post/31346025943/salvador-allende-y-enrique-kirberg-en-la-ute
http://www.theclinic.cl/2012/02/03/el-tesoro-oculto-de-la-usach/
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