QUEREMOS RENDIR HOMENAJE A NUESTRAS AMIGAS, ESAS MUJERES QUE SIEMPRE ESTÁN A NUESTRO LADO Y NOS ALEGRAN LA VIDA.
Cuando lloramos a moco tendido por nuestro ex, cuando no sabemos qué ponernos, cuando pasamos por un mal momento, cuando nos sentimos feas y solas, cuando queremos pasarla bien y bailar, tomar un café o un vino… allí están ellas. ¿Qué haces cuando ocurre algo en tu vida? Llamas a una amiga para desahogarte, para pedir consejos, para recibir un abrazo, para hablar y ser escuchada (durante horas), compartir tu alegría o simplemente, saber que está a tu lado. En situaciones difíciles queremos estar alrededor de mujeres que entienden como nos sentimos, que nos ayudan, escuchan, aconsejan, riñen, cuestionan…
La pregunta es: ¿Por qué son las amigas tan importantes? ¿Qué nos atrae tanto a nuestras amigas en momentos difíciles o momentos lindos? Y, ¿Por qué no sentimos lo mismo por nuestra pareja o esposo, por consejeros o psicólogos? Indagamos en las respuestas y por qué son las amigas tan esenciales en nuestra existencia.
La vida es mejor con tus amigas
Desde niñas entramos al universo de la amistad femenina: empezamos jugando muñecas o “casita” con nuestra mejor amiga y luego pasamos a la adolescencia, etapa en la que compartimos una relación intensa con nuestra “BF”; muchas veces somos tan cercanas que podemos ser posesivas y hasta destructivas. Es quizá por eso que la cultura popular muchas veces se enfoca en el lado negativo de las amistades femeninas en los “teens”, como el bullying y el ostracismo entre “chicas malas”.
Sin embargo, la naturaleza de esta amistad es esencial en nuestra vida; nos rodeamos de amigas porque nos sentimos comprendidas, nos damos seguridad y afecto; nos sentimos tan unidas a nuestra mejor amiga en la adolescencia que sentimos que somos una. No nos separamos de ellas en nuestras horas de histeria, hacemos nuestras propias coreografías, nos prestamos ropa, hablamos de chicos sin parar y navegamos por el camino rocoso de la adolescencia juntas, el camino del autodescubrimiento. Sin embargo, como los primeros amores, las relaciones de chicas adolescentes rara vez son sostenibles. Y es que no estamos del todo formadas. Por ello, cuando nos vinculamos con ellas, nos convertimos en una sola persona. Mientras crecemos y nos volvemos mujeres, nos dividimos.
Las amistades después del colegio nos llenan, nos transforman. Conocemos a hermanas de espíritu y mente, y muchas de estas amigas están ahí hasta el final. Son relaciones profundas que se sostienen y alimentan. Salimos a bailar y cenar, tenemos conversaciones profundas, compartimos una etapa maravillosa, en la que nos casamos, tenemos nuestra primera casa, nuestro bebé…
Las amistades después del colegio nos llenan, nos transforman. Conocemos a hermanas de espíritu y mente, y muchas de estas amigas están ahí hasta el final. Son relaciones profundas que se sostienen y alimentan. Salimos a bailar y cenar, tenemos conversaciones profundas, compartimos una etapa maravillosa, en la que nos casamos, tenemos nuestra primera casa, nuestro bebé…
Ya de mayores, llega otra etapa en el mundo de la amistad femenina; cuando los niños ya están grandes y el trabajo es menos demandante, disfrutamos de tecitos e incluso viajamos entre amigas. Son esas amistades que tienen nuestras mamás y abuelas, a sus cincuentas, sesentas, setentas… rodeadas de amigas, desde nuevas amistadas a las mujeres que crecieron junto a ellas. Ellas tienen sus innumerables “tecitos” y lo único que escuchamos en la sala de estar son las risas y carcajadas de estas mujeres. Algunas de ellas nos cuidaron de pequeñas, bailaron como trompos en nuestras bodas y ahora malcrían a nuestros hijos. Siguen unidas y se reúnen de manera sagrada.
Esperamos que la amistad vaya más allá de la edad, la carrera, el matrimonio y la geografía. Esperamos mucho de nuestras amistadas, y recibimos aún mucho más de ellas. Al final, compartimos nuestra vida con ellas, y nos entendemos con la mirada. Somos cómplices.
El poder (y los beneficios saludables) de las amistades femeninas
La conexión con otras mujeres en nuestra vida es esencial, no solo porque recibimos amor y la pasamos bien, pero por nuestra salud. En 2006 un estudio de casi 3000 mujeres con cáncer de seno encontró que las mujeres sin amistades tenían cuatro veces más probabilidades de morir a causa de la enfermedad que las mujeres con 10 amigos o más. Y, de manera notable, la proximidad y el contacto con los amigos no estaba asociado a la supervivencia; solo el hecho de tener amigos ya tiene ese efecto protector. En el estudio, la pareja no estaba asociada a la supervivencia.
Así también lo constató la psicóloga de la Universidad de California, Bella DePaulo: “la amistad tiene un efecto más grande en la salud que la pareja o la familia”, asegura.
Debba Haupert ha estudiado el poder de las amistades femeninas durante años. En un artículo para About.com, ella apunta que “mujeres sin vínculos sociales poderosos están expuestas a los mismos problemas de salud que las personas obesas o fumadoras”.
Una taza de café con tu amiga, o un reencuentro con una amiga de la infancia, te levantan el espíritu y disfrutas los beneficios conferidos por el poder de la amistad femenina.
Longevidad. Estudios lo demostraron: los hombres casados viven más que los solteros. Pero las mujeres casadas tienen la misma expectativa de vida que las solteras. Sin embargo, mujeres con fuertes lazos sociales (amigas), viven más que las que no los tienen. Los resultados de repetidos estudios, demostraron también que los lazos emocionales existentes entre amigas, contribuyen a la reducción de riegos de enfermedades ligadas a la presión arterial y el colesterol. Las mujeres que no establecen relaciones de amistad con otras mujeres no muestran los mismos resultados en su salud. Esta puede ser una de las razones por las cuales las mujeres vivimos generalmente más que los hombres.
Estrés. Después de más de 50 años de investigaciones, se encontró que existen sustancias químicas producidas por el cerebro que ayudan a crear y mantener lazos de amistad entre las mujeres. Investigadores de la UCLA descubrieron que cuando la hormona oxitocina es liberada como parte de la reacción de las mujeres frente al estrés, nosotras sentimos la necesidad natural de proteger a nuestros hijos y de agruparnos con otras mujeres. Cuando esto sucede, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina, la cual reduce el estrés más agudo y provoca un efecto calmante. Estas reacciones no aparecen entre los hombres porque la testosterona tiende a neutralizar los efectos de la oxitocina; mientras que los estrógenos femeninos aumentan la producción de esta hormona.
Bienestar. Se demostró que las mujeres que tienen amigas íntimas superan momentos difíciles (como la muerte de un ser querido) y reaccionan a estos eventos sin sufrir enfermedades graves y se recuperan en un lapso de tiempo más corto que las que no tienen en quien confiar. La amistad entre las mujeres constituye una fuente maravillosa de fuerza, bienestar, alegría y salud.
Estrés. Después de más de 50 años de investigaciones, se encontró que existen sustancias químicas producidas por el cerebro que ayudan a crear y mantener lazos de amistad entre las mujeres. Investigadores de la UCLA descubrieron que cuando la hormona oxitocina es liberada como parte de la reacción de las mujeres frente al estrés, nosotras sentimos la necesidad natural de proteger a nuestros hijos y de agruparnos con otras mujeres. Cuando esto sucede, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina, la cual reduce el estrés más agudo y provoca un efecto calmante. Estas reacciones no aparecen entre los hombres porque la testosterona tiende a neutralizar los efectos de la oxitocina; mientras que los estrógenos femeninos aumentan la producción de esta hormona.
Bienestar. Se demostró que las mujeres que tienen amigas íntimas superan momentos difíciles (como la muerte de un ser querido) y reaccionan a estos eventos sin sufrir enfermedades graves y se recuperan en un lapso de tiempo más corto que las que no tienen en quien confiar. La amistad entre las mujeres constituye una fuente maravillosa de fuerza, bienestar, alegría y salud.
Amigos y amigas
Los hombres se vinculan con sus amigos a través de actividades. Las mujeres con las suyas, por la conversación. Ellas son más intensas en sus relaciones y ellos menos dependientes.
La poca inclinación pública de los hombres a la conversación hace que el especialista Geoffrey Greif, en una de sus columnas sobre el tema en el sitio Psychology Today, asegure que los hombres tienen mucha más dificultad en hacer amigos, “ya que suelen no hablar tanto como las mujeres, a menos que hablen de temas puntuales. Muchos hombres consideran difícil encontrar temas en común sobre los que conversar con otros”, asegura. Greif, profesor de la Universidad de Maryland y autor del libro Sistema de amigos.
Sé una mejor amiga
Muchas veces nos dejamos llevar por el día a día, y olvidamos a nuestras amigas, las de la infancia y las más nuevas. Llámalas y pasa más tiempo con ellas. Da gracias por tener tus hermanas del alma, un verdadero regalo de la vida!
Está ahí. Woody Allen dijo: “80 por ciento del éxito es estar ahí”. Lo mismo se aplica a la amistad: tu mejor amiga debe saber, sin duda alguna, que si te necesita, estarás allí. Asegúrate que así sea, para cosas grandes y pequeñas.
Celebra sus victorias. Ya sea su matrimonio o un nuevo trabajo, una de las cosas más lindas de la amistad es que te permite celebrar las victorias de la vida con otra persona. Que tu amiga sepa que eres su fan número 1, y comparte el entusiasmo por los eventos y logros excitantes en su vida – no actúes celosa o desinteresada en algo tan importante para ella. Si es importante para ella, lo es para ti.
Escucha… siempre. Algunas veces la mejor manera de ser amiga es no decir nada. Cuando tu amiga está pasando un momento difícil, lo más probable es que quiera que la escuches. Las mujeres necesitamos hablar de lo mismo, mil veces si es necesario y desahogarnos. Y, ¿quién más puede aguantarte que tu mejor amiga?
Escucha… siempre. Algunas veces la mejor manera de ser amiga es no decir nada. Cuando tu amiga está pasando un momento difícil, lo más probable es que quiera que la escuches. Las mujeres necesitamos hablar de lo mismo, mil veces si es necesario y desahogarnos. Y, ¿quién más puede aguantarte que tu mejor amiga?
Consejos buenos. Tu amiga debe saber que ella puede acudir a ti y que serás la mejor consejera. Da consejos pensando en sus mejores intereses, se honesta y no la juzgues.
Frente a frente. Deja de textear o twittear a tu amiga incesablemente. En lugar de llenar su buzón de mensajes, invítala a comer y pasa tiempo con ella. Háganse una actividad o ritual propio.
Nota: Las mujeres, durante millones de años, han estado rodeadas de mujeres por la naturaleza de sus actividades, y es por eso que siguen haciéndolo, a diferencia de los hombres, que necesitaban sigilo para cazar.
Fuente: http://www.lostiempos.com/m_de_mujer/exclusivam/exclusivam/20130207/amigas-esenciales-en-nuestra-vida_201273_429732.html
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