sábado, 29 de diciembre de 2012

Explota Tu Creatividad



Los científicos lo tienen claro. Los niños nacen con un potencial creativo increíble que van perdiendo con los años. ¿Pero por qué algunas personas conservan esa capacidad? ¿Puede desarrollarse? ¿En qué parte del cerebro está la chispa de la genialidad? Hablamos con científicos y visionarios en busca de respuestas. Porque solo con creatividad podremos salir de esta.

Steve Jobs creía que las mejores ideas surgen en el cuarto de baño y en la cafetería, charlando con los colegas. Introspección e interconexión: dos ingrendientes de la creatividad. Cuando se fue de Apple y fundó los estudios de animación Pixar, su preocupación no eran las películas, sino obligar al mayor número de empleados a que compartiesen los momentos de mayor intimidad y la franja más relajada de la jornada de trabajo (la hora de comer). Estaba seguro de que la chispa de la genialidad surgiría entonces, no en los despachos.
Así que rediseñó los planos de los estudios, que en un principio eran tres oficinas separadas: informáticos, animadores y directivos. Volvió loco al arquitecto hasta que consiguió lo que quería: un solo edificio con un gran atrio central. Allí ubicó una gran cafetería y los únicos aseos. La interacción del grupo estaba asegurada. «Las mejores reuniones ocurren por casualidad, en el vestíbulo, en el aparcamiento o mientras te lavas las manos», decía. Resultado: Toy story y otros 11 taquillazos, con una media de recaudación de 500 millones de euros.
Seamos igual de ambiciosos que Steve Jobs... o incluso más. Intentemos cambiar el mundo. Es lo que proponen los líderes de opinión que han participado en El Ser Creativo: III Congreso de Mentes Brillantes, que se ha celebrado en Madrid. Puede que no lo consigamos, pero quizá unas gotas de creatividad nos ayuden poco a poco a salir de la crisis o por lo menos a conseguir un empleo o a conservar el que tenemos. Las industrias creativas dan trabajo en España a 800.000 personas y suponen el 4,8 por ciento del PIB. El capital intelectual es su principal argumento. Libros, cine, diseño, arte, publicidad, arquitectura, videojuegos, comunicación y nuevas tecnologías son sus viveros tradicionales. 
En Estados Unidos, el 75 por ciento de los nuevos empleos los están creando emprendedores de estos sectores. La valoración en Bolsa de Facebook y Google casi iguala a todo el Ibex 35, y la de Apple es el 50 por ciento más. «Pero la creatividad no es solo artística, sino que se puede aplicar a las matemáticas, la biología, la antropología, la genética, la filosofía, la medicina, la física, la cocina... A todo», apunta Jeremy Baka, uno de los publicistas más laureados del mundo. 
Se trata de aplicar habilidades propias de los artistas a los procesos productivos. ¿Cuáles son esas habilidades? ¿Y cómo podemos fomentarlas? IBM realizó una encuesta internacional en la que participaron 1500 consejeros delegados: 
El 60 por ciento consideró que la creatividad es la cualidad de liderazgo más importante del futuro. Gente audaz para poner en práctica estrategias novedosas, incluso disparatadas, y que se sienta cómoda en la incertidumbre. En resumidas cuentas, que tenga valor para lanzarse a la piscina sin saber si tiene agua.
Pero ese salto de fe necesita un entorno favorable que, a veces, es insospechado. Un espacio físico que espoleó la inventiva de sus moradores de manera similar a los estudios Pixar es el Edificio 20 del Instituto Tecnológico de Massachusetts. «Es un lugar horrible para trabajar, con un sistema de calefacción defectuoso y con las paredes contaminadas de amianto -cuenta Jonah Lehrer en su libro Imagine: how creativity works (Houghton Mifflin, 2012)-. Es un edificio que tuvieron que compartir desde los años cincuenta lingüistas e ingenieros informáticos. Dos clases de científicos que entonces no tenían nada en común. Pero gracias a esta convivencia forzada surgió una nueva rama del saber: la inteligencia artificial. Obligar a la gente a que salga de su zona de bienestar e interactúe con personas de otros ámbitos es mucho más importante que disponer de la mejor tecnología».
La fricción es lo que hace saltar la chispa. 
El físico teórico Geoffrey West sostiene que la productividad per cápita y la riqueza aumentan en los espacios urbanos por esa colisión de mentes y de ideas, es decir, por la mera proximidad de las personas. Cifra ese incremento en un 15 por ciento por cada medio millón de habitantes. Internet multiplica esas condiciones de sobrecarga intelectual. «En lugar de compartir solo vínculos con nuestra red social o comentar los blogs de nuestros amigos, tiene mucho más potencial creativo interactuar con extraños y con propuestas que nos son ajenas o que provienen de disciplinas con las que no estamos familiarizados», añade Lehrer.
Con frecuencia, el acto de crear no es más que la recombinación de viejas ideas o bien una transposición de un campo a otro. En cierto modo todo está inventado, pero todo se puede reinventar. Los hermanos Wright aplicaron sus conocimientos en la fabricación de bicicletas a la aeronáutica; de hecho, su primer avión no era otra cosa que una bicicleta con alas. Y Larry Page y Sergey Brin desarrollaron el algoritmo de búsqueda de Google utilizando un método parecido al que se usa para clasificar artículos académicos.
Un estudio sobre dos millones de patentes registradas en los últimos 50 años demuestra que el trabajo en equipo se ha incrementado un 20 por ciento cada década en todas las ciencias. «Las ideas que cambiaron nuestra forma de pensar en la primera mitad del siglo XX eran producto de genios solitarios, como Einstein. Pero ahora las innovaciones provienen de equipos multidisciplinares reflexiona Lehrer. El secreto es mezclar a la gente y conectar cosas que en apariencia no tienen nada que ver. Normalmente, alguien de fuera ve más porque sabe menos. Por ejemplo, los químicos son excelentes resolviendo problemas de biología molecular. Comparten una base de conocimiento con los biólogos que les permite entender los desafíos, pero no saben tanto como para caer en las mismas trampas y quedar bloqueados». 

Desaprender es tan importante como aprender... y desconectar tanto como conectar. Carl Honoré es pionero del movimiento slow. «La lentitud no es mala. Es sinónimo de calidad. No por estar más horas en la oficina se es más productivo. Después de un descanso, la mente se oxigena y se es más creativo».Dar un paso atrás y mirar las cosas desde un punto de vista ligeramente diferente también ayuda. Es lo que se conoce como 'pensamiento divergente'. «Por este motivo, viajar libera la imaginación y por eso también los jóvenes, que no han aprendido aún todas las reglas, son con frecuencia más creativos que los mayores», afirma Lehrer.
«El problema es que el sistema educativo está anclado en el siglo XIX y ahoga la creatividad. Algo hacemos mal si nuestros hijos entran en la escuela queriendo ser astronautas y salen queriendo ser funcionarios opina el pedagogo Richard Huguet. La educación no tiene en cuenta lo que quiere la demanda, que son los alumnos. ¿Se imaginan una empresa que nunca se haya detenido a preguntar a sus clientes si les gusta lo que ofrecen? Quebraría». Y explica que compañías como Hewlett-Packard ya no buscan al ingeniero con mejores notas, sino a aquel que sepa hablar con el cliente, trabaje en equipo, comparta y aprenda rápido.
La creatividad está asociada al lado derecho del cerebro: es el que se deja llevar por sentimientos, intuiciones, riesgo... Mientras que el lado izquierdo controla la lógica, el lenguaje y las matemáticas. Las asignaturas que tienen mayor relevancia en la enseñanza actual provienen de la revolución industrial y están asociadas al lado izquierdo, mientras que el arte, la música o la educación física siguen siendo las marías. Pero en este mundo líquido, en palabras del sociólogo Zygmunt Bauman, en el que nuestras identidades son cada vez más flexibles, donde se cambia de empleo o de país cada vez con más frecuencia, es fundamental una inteligencia fluida. Si el lado izquierdo nos proporciona el hardware, el software está en el derecho. Es el que nos permite resolver problemas en situaciones donde no hay precedentes a los que agarrarse. Y si alguien se siente como pez en el agua en un mundo donde todo es nuevo, es un niño. Baka lo resume bien: «A Picasso le llevó cuatro años aprender a pintar como Rafael, pero toda una vida aprender a pintar como un niño. Si quieres que tus hijos sean inteligentes, léeles un cuento de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, léeles dos cuentos».

Jeremy Baka 'Chief creative catalyst' en la agencia publicitaria Cohn & Wolfe.ha recibido más de 300 premiosa la creatividad.

"¡Por estúpidas que suenen tus ideas, no las rechaces!
La creatividad nos permite transformar lo imposible en posible. Por ejemplo, un iPod. Steve Jobs vio un jukebox y pensó: '¿Podría meterlo en un bolsillo?'. Parecía una locura, pero ¡funcionó! No todo tiene que ser tan impactante, puede ser algo más cotidiano: como hallar otra manera de trabajar, más rápida o efectiva. Para que surja la creatividad, la gente ha de sentirse cómoda al exponer sus ideas. ¡Aunque suenen estúpidas! Juzgar la creatividad es difícil. Es más, no deberíamos hacerlo. Que rechacen una idea no quiere decir que no valga. De hecho, nosotros en la agencia damos un premio de mil dólares a la idea que ha sido rechazada. Buscamos la mejor idea que no funcionó».

Elsa Punset. Experta en inteligencia emocional y procesos de aprendizaje.
Fotografías de Daniel Méndez


"No hay nada menos creativo que el miedo. ¡Aprendamos de las cebras!"
El ser humano es la especie más frágil de la Tierra, pero hemos llegado a colonizarla. ¿Cómo? Porque tenemos la capacidad de hacer estrategias, de hallar soluciones que mejoran nuestra vida. La creatividad nace con nosotros, pero a lo largo de la vida la vamos perdiendo. ¿Qué ocurre? Que el cerebro está programado para sobrevivir, te pone en alerta ante las amenazas. No hay nada menos creativo que el miedo: es una señal de alarma, un proceso puramente emocional que barre la creatividad. Es un pequeño demonio, pero que es necesario para sobrevivir. Deberíamos aprender de los niños y de las cebras, que tienen la corteza cerebral mucho menos desarrollada y viven el presente. La perfección sería el equilibrio entre amor y miedo. Cuando hablo de amor, me refiero a la necesidad de relacionarte con los demás, de descubrir mundo. Hay que aprender a vivir con ambos, pero enseñar a los niños que deben optar en mayor medida por la parte de la apertura. Es lo que te hace creativo, lo que te da las ganas de despertarte por la mañana. Y lo que te da salud: todas las emociones se plasman en el cuerpo». 

Dennis Hong. Pionero en el diseño de robots humanoides.

"Debes interactuar con todo tipo de gente para aumentar tu archivo de ideas"
Como profesor, me preocupa desarrollar la creatividad de mis estudiantes. Para mí es la capacidad de conectar cosas que no guardan relación. Por ejemplo: el robot Strider, que camina con tres piernas; un tipo de locomoción único y efectivo. ¿Cómo se me ocurrió? Cuando era estudiante, vi a una mujer haciéndole una trenza a su hija. Observé que hacía el movimiento con tres mechones que entrelazaba. Me pareció interesante e hice unos dibujos. Diez años más tarde ojeé mis notas, vi ese dibujo y... ¡ajá! La creatividad puede venir de cualquier lugar, y por eso debes salir de tu zona de bienestar e interactuar con gente distinta. Así incrementas tu archivo de ideas, que te puede servir en el futuro. ¿Pero cómo lo enseñas? Cada dos meses tengo tormenta de ideas con mis estudiantes, ¡con pizza gratis!». 

Nieves Segovia. Pedagoga y presidenta de la Institución SEK de enseñanza.

"Los niños tienen un pensamiento divergente que pierden en la escuela"
Ya decía Einstein que es muy difícil encontrar niños que sigan siendo creativos al terminar la escuela. Y es muy triste. Los niños tienen un pensamiento divergente genial que van perdiendo. Los creativos son aquellos alumnos innovadores, que se salen de la 'caja'. Con capacidad de aprender y desaprender, de reinventarse a lo largo de la vida. Ven las cosas no como se las han contado, sino como pueden ser. No es algo que se pueda enseñar, pero sí cultivar. Esta generación de niños es especialmente creativa, y nuestra responsabilidad como docentes es alimentar eso. Su cerebro se parece poco al de nuestros padres. Están más expuestos a estímulos visuales. Son más rápidos, trabajan en multitarea; son más sensibles al aprendizaje. Así vienen 'de serie'. Pero en la escuela se les dice que no van a jugar, sino a estudiar, cuando también lo decía Einstein el juego es la forma más elevada de investigación».

Mikel Urmeneta. fundador y director creativo de Kukuxumusu.
"Creatividad es la capacidad de sintetizar conceptos diversos y hacerlos uno"
Se nace con más o menos creatividad, como rubio o moreno. Pero la educación hace mucho. Mi familia hizo que desarrollásemos la creatividad. Cuando paseábamos por el campo, nos explicaban mil cosas de la naturaleza, de los árboles... Y luego nos hacían a los hermanos que lo contáramos en una especie de storyboard. Y, sin querer, ahí estás uniendo toda la información. La estás plasmando en un papel. Yo me guio por la intuición; eso que ahora se valora tanto y que dicen que responde a un proceso mucho más complejo que el racional. Me dejo llevar. Tengo mucha información acumulada y hay un momento en que las cosas fluyen, se fusionan. ¡Y funciona! La creatividad se asocia a lo artístico, pero no se da solo ahí. Consiste en inventarse pequeñas fórmulas, ya sea para vender un producto o para desarrollar un proyecto. Es la capacidad de unir diferentes conceptos de distintos campos y hacerlos uno».

Jim Adams. Subdirector de tecnología de la Nasa



"¡Si no corres riesgos, nunca abandonarás la superficie de la Tierra!"
El arte y la ingeniería vienen del mismo lugar: de nuestro deseo de relacionarnos con el universo, con los demás. La diferencia es el medio, pero en el fondo no son tan diferentes. Aunque dentro de ti se esconda un soñador que ansía aterrizar en Marte, también hace falta ese ingeniero que tiene que trabajar para hacerlo posible. Creatividad es explorar, entender. Hay que ser capaz de tener grandes sueños, pero además debes ser capaz de ejecutarlos. Podemos soñar con llegar a las estrellas, literalmente. Y creo, sinceramente, que un día lo lograremos. Eso sí, para ello debemos seguir trabajando en ideas creativas. Sin tirar nunca la toalla y asumiendo riesgos. Si crees que el objetivo que persigues es demasiado arriesgado, nunca abandonarás la superficie de la Tierra». 

Isabel Behncke. Zoóloga, investigadora del comportamiento de los bonobos (monos).



"Estresados no seremos creativos, sino eficientes. ¡Juguemos!"
Creatividad es conectar conceptos que antes no habían sido conectados. La gran pregunta es: ¿cuándo se enciende esa chispa? Pues cuando estamos sometidos a emociones positivas. Si estamos estresados, nunca seremos creativos; seremos eficientes, que no es lo mismo. Si viene un autobús contra mí, no quiero ser creativo; ¡quiero salir corriendo! Cuando estamos bajo emociones lúdicas, hay más probabilidades de conectar estos elementos heterogéneos de una manera innovadora. Los bonobos, los monos, nos lo han enseñado. Ellos lo logran a través del sexo y el juego. En el juego, tú estableces una relación positiva con alguien y experimentas nuevos roles. Así aprendes muchas cosas, tu repertorio interno se amplía: es como el Joker de la baraja, nunca sabes cuándo te va a servir, pero de pronto surge la ocasión y ¡voilà!».

Ferran Adriá. Cocinero y artífice de El Bulli, elegido mejor restaurante del mundo en cinco ocasiones.


"Trabaja más que los demás... y harás más cosas que los demás"
Para la creatividad hay dos variables obligatorias: pasión y trabajo. Es necesario ser constante y divertirse. Trabaja más que los demás... y harás más cosas que los demás. Cada uno lo hace como quiere. No hay dogmas. Crear no puede ser una obligación. Pero también está la pirámide creativa. Todo el mundo puede crear, la clave está en las consecuencias de lo que haces. No es lo mismo el que crea la vacuna contra la gripe que el que hace un pantalón o un plato nuevo». 

Jack Horner. Paleontólogo en el que se basó el personaje del protagonista de "Parque Jurásico"


"Construye sobre tus propias ideas, no sobre las de los otros"
La creatividad es la capacidad de síntesis. Lograr reunir muchas cosas distintas en una sola. Las mejores ideas son las que nadie ha tenido antes. Y por eso creo que la lectura está sobrevalorada, la gente no debería leer tanto. Las ideas, la creatividad, nacen de leer menos. Cuando lees, aprendes sobre las creaciones de los demás, pero no sobre las tuyas propias. Mi reto ahora es el 'chickenosaurio'... Estoy tratando de hacer un dinosaurio a partir de un ave. Se trata de retroceder en la evolución unos cuantos milenios. Y creo que es posible, estamos trabajando en ello y quizá en cinco años lo consigamos».




Fuente: http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20121209/explota-creatividad-4243.html


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