- Meter la pata cuando viajas fuera de tu país es más fácil de lo que parece. Las reglas de cortesía en un país son signos de mala educación en otro. ¿Un lío? Guarda este artículo en tu maleta: te da las claves para salir airoso de las situaciones más comprometidas.
- 1.- Saludos, apretones de mano, abrazos y besos
Los besos son propiedad casi exclusiva de los países latinos y de España. Se besa como saludo, felicitación o despedida. Sin embargo, los besos no son tan frecuentes en otras culturas. En el mundo anglosajón, todos, mujeres también, se saludan con un firme apretón de manos. Nunca se besa a alguien que nos acaban de presentar e, incluso cuando el cariño y la confianza requieren algo
más cálido, será un pequeño abrazo (si se trata de dos hombres) o un beso en la mejilla, nunca dos.
En Francia, para las presentaciones de negocios se usa el apretón de manos, pero si nos presentan a alguien en un ambiente más informal (sobre todo en provincias) se dan tres besos en la mejilla, comenzando por la izquierda. Si saludamos a alguien que hace tiempo que no veíamos, le daremos dos besos (a la manera española), pero si se trata de un amigo al que vemos mucho le daremos un único beso en la mejilla.
2. ¡A la mesa!
En Austria y China, es de buen tono alzar los vasos y brindar. En China, además, los brindis se repiten con frecuencia a lo largo de una comida, y es imprescindible unirse a cada uno de ellos. En los países anglosajones se utiliza la mano derecha para comer, mientras que la izquierda permanece “escondida” en el regazo. Los chinos no se llevan los palillos a la boca, sino que acercan la cabeza al plato; es decir, todo lo contrario a las reglas de urbanidad que nos inculcaron nuestras madres. Además, al contrario de lo que sucede en Occidente, lo cortés es hacer ruido al masticar o sorber la sopa. ¡Muchos querrán cambiar de cultura!
3. ¡No tocar!
En las culturas orientales, por ejemplo en Japón, hay que ser muy cuidadoso y evitar todo contacto físico cuando saludamos a alguien por primera vez. Haremos simplemente una ligera inclinación de cabeza con las manos juntas, ya que tocar a nuestro interlocutor se considera una falta de respeto. En la India tampoco se consideran apropiadas las muestras de afecto excesivas. Las manos se unen frente al pecho y se dedica una pequeña inclinación a la otra persona. En los países árabes, el protocolo es similar, solo que se ponen una mano abierta sobre el pecho para realizar la reverencia.
4. Puntualidad británica
Los ingleses tienen fama de estrictos con el reloj, pero no son los únicos. En China, cinco minutos de retraso pueden acabar con tu reputación, mientras que en Alemania se conceden 15 de cortesía. En España, Grecia y gran parte de América Latina, el tiempo de retraso consentido ronda la media hora y, aunque puedes provocar cierto enfado, la cosa no pasará de ahí. Los impuntuales confesos encontrarán en México su paraíso particular. Lo educado allí es llegar a una cena con cierto retraso ya que la puntualidad puede interpretarse como glotonería.
5. ¿Quieres repetir?
¡Cuidado! Depende del lugar en el que te encuentres, esta puede ser una pregunta trampa. En la India, a menos que quieras pasar por un muerto de hambre, debes responder siempre que no, aunque la insistencia del anfitrión alcance niveles apremiantes. Sin embargo, en Grecia te harás acreedor de muchas miradas ceñudas si no pides otra ración de los deliciosos manjares que te han servido. También resulta importante saber cómo hay que halagar la comida. En Gran Bretaña, un escueto “está muy bueno” puede ser considerado casi un insulto. Debes ir más allá y usar calificativos como “delicioso” o “sabrosísimo” para que tus anfitriones puedan estar seguros de que realmente te ha gustado la comida. Si viajas a Alemania, sin embargo, olvida la regla anterior: al directo y sincero espíritu alemán toda esta prosopopeya le parece algo hipócrita y prefieren un elogio claro y breve. Más es excesivo.
6. Un regalo perfecto
En Brasil los regalos deben darse al final de la cena y deben abrirse en presencia del que lo entrega. En China, en cambio, está muy mal visto abrir cualquier presente delante de la persona que lo ha comprado. Sin embargo, recuerda dejar el ticket con el precio. Lo importante es la intención. En Japón, el envoltorio es tan importante como el regalo, y también una manera de medir el buen gusto de quien hace el presente. Pero, si tienes un detalle con alguien en Alemania, recuerda entregar tu regalo sin papel alguno..
7. No, gracias
Si los alemanes quieren declinar una invitación a cenar simplemente dirán que no irán, sin extenderse en excusas. En los Países Bajos, el rigor calvinista roza lo que a nosotros nos parece grosería: “No iré a la cena, prefiero ir al cine esta noche” se considera una respuesta perfectamente apropiada. En el extremo opuesto está la India, donde nunca se rechaza francamente una invitación y se evita dar un no rotundo. Quedar bien es más importante que ser claros. En Reino Unido también necesitan de cierta burocracia cortés: si tus invitados no desean ir, te lo dirán con una prosa adornada de rodeos: “Me temo que me será imposible acudir esta noche porque…”.
En las culturas orientales, por ejemplo en Japón, hay que ser muy cuidadoso y evitar todo contacto físico cuando saludamos a alguien por primera vez. Haremos simplemente una ligera inclinación de cabeza con las manos juntas, ya que tocar a nuestro interlocutor se considera una falta de respeto. En la India tampoco se consideran apropiadas las muestras de afecto excesivas. Las manos se unen frente al pecho y se dedica una pequeña inclinación a la otra persona. En los países árabes, el protocolo es similar, solo que se ponen una mano abierta sobre el pecho para realizar la reverencia.
4. Puntualidad británica
Los ingleses tienen fama de estrictos con el reloj, pero no son los únicos. En China, cinco minutos de retraso pueden acabar con tu reputación, mientras que en Alemania se conceden 15 de cortesía. En España, Grecia y gran parte de América Latina, el tiempo de retraso consentido ronda la media hora y, aunque puedes provocar cierto enfado, la cosa no pasará de ahí. Los impuntuales confesos encontrarán en México su paraíso particular. Lo educado allí es llegar a una cena con cierto retraso ya que la puntualidad puede interpretarse como glotonería.
5. ¿Quieres repetir?
¡Cuidado! Depende del lugar en el que te encuentres, esta puede ser una pregunta trampa. En la India, a menos que quieras pasar por un muerto de hambre, debes responder siempre que no, aunque la insistencia del anfitrión alcance niveles apremiantes. Sin embargo, en Grecia te harás acreedor de muchas miradas ceñudas si no pides otra ración de los deliciosos manjares que te han servido. También resulta importante saber cómo hay que halagar la comida. En Gran Bretaña, un escueto “está muy bueno” puede ser considerado casi un insulto. Debes ir más allá y usar calificativos como “delicioso” o “sabrosísimo” para que tus anfitriones puedan estar seguros de que realmente te ha gustado la comida. Si viajas a Alemania, sin embargo, olvida la regla anterior: al directo y sincero espíritu alemán toda esta prosopopeya le parece algo hipócrita y prefieren un elogio claro y breve. Más es excesivo.
6. Un regalo perfecto
En Brasil los regalos deben darse al final de la cena y deben abrirse en presencia del que lo entrega. En China, en cambio, está muy mal visto abrir cualquier presente delante de la persona que lo ha comprado. Sin embargo, recuerda dejar el ticket con el precio. Lo importante es la intención. En Japón, el envoltorio es tan importante como el regalo, y también una manera de medir el buen gusto de quien hace el presente. Pero, si tienes un detalle con alguien en Alemania, recuerda entregar tu regalo sin papel alguno..
7. No, gracias
Si los alemanes quieren declinar una invitación a cenar simplemente dirán que no irán, sin extenderse en excusas. En los Países Bajos, el rigor calvinista roza lo que a nosotros nos parece grosería: “No iré a la cena, prefiero ir al cine esta noche” se considera una respuesta perfectamente apropiada. En el extremo opuesto está la India, donde nunca se rechaza francamente una invitación y se evita dar un no rotundo. Quedar bien es más importante que ser claros. En Reino Unido también necesitan de cierta burocracia cortés: si tus invitados no desean ir, te lo dirán con una prosa adornada de rodeos: “Me temo que me será imposible acudir esta noche porque…”.
Top de metedura de pata
En China. Cruzar los palillos sobre la mesa.
En la India. Ofrecer un regalo de cuero, porque las vacas son un animal sagrado. Tampoco des las gracias: es un detalle superfluo en una sociedad con obligación de solidaridad mutua.
En Egipto. Fumar en la calle.
En Reino Unido. Colarse en el metro o montar una escena en un sitio público.
En Grecia. Pedir un inocente café turco.
En Turquía. Entrar en una casa con los zapatos puestos y rechazar el té de bienvenida.
En Italia. Cortar el pan con cuchillo: hay que hacerlo siempre con la mano.
En Japón. Acudir a una casa con botas con cordones, difíciles de quitar, o llevar los calcetines con algún agujero, ya que hay que descalzarse al entrar.
¿Y en las reuniones de negocios o entrevistas laborales?
Conocer las costumbres de un país también puede influir en tu futuro laboral. Si estás dispuesta a no decir adiós al trabajo de tu vida o al trato que te hará ganar puntos en tu empresa, conoce a tus anfitriones.
No olvides vestir de forma adecuada según el país, estudiar el proceso de intercambio de saludos y tarjetas, conocer el símbolo de ciertos colores y números, respetar la diferencia de horarios laborales...
Ante británicos, nórdicos o alemanes, mantén las distancias y olvídate de los saludos efusivos, palmadas en la espalda y chistes para romper el hielo. Si estás en la India, ármate de paciencia y no quieras cerrar el trato rápidamente, las cosas allí llevan otro ritmo. Ocurre igual enJapón, donde nunca cerrarás un trato en el primer encuentro. En Estados Unidos les gusta que tú te adaptes a sus costumbres, evita los rodeos y sé directo. Si estás en un país árabe, la comunicación es siempre indirecta y sutil.
Si después de la reunión hay una cena de negocios, piensa que en China, para no ofender, tienes que terminar tu bebida.
Y ante la duda, recuerda que la puntualidad, especialmente entre ingleses y alemanes, y la cortesía son siempre buenos aliados. Aunque tus anfitriones, especialmente si son chinos, pueden hacerte esperar.
Fuente: http://www.mujerhoy.com/Hoy/ocio-hoy/vuelta-mundo-buenas-maneras-708677012013.html
Muy interesante, un Manual de Carreño actualizado al 2013. Muy bueno
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